Otro de los muchos relatos que me compartió Eutimio es este: Decía de cierto hombre que, todas las noches en su lecho de enfermo, a ciertas horas danzaba sobre él, un pavo o guajolote como se le conoce en México y eso era todas las noches. ¡Sí que era una molestia! Si, un tormento, y sí,queda claro que así fué por que, quejandose estas eran las palabras que le decía a su esposa: "Mujer, mujer,...quítame este animal de encima; que me lastíma..." Y así fué durante u buen tiempo hasta que ya cansada de tanta molestia y noches sin dormir su esposa decidio buscar ayuda. Echando a andar se fué en busca de los sábios del rumbo a plantearles el problema que su esposo tenía y que a ella le afectaba en sumo grado, pues ya le estaba minando su salud al grado de la desesperación. Ni qué decir que su esposo se estaba consumiendo más y
más cada noche. Pero, oh sorpresa!! se halló un hombre que con habilidad maestra y, sin más ni más le dijo a la señora; "No te preocupes, lo que harás sera lo siguiente: "·@34%&758( 6$3" esto lo diras al revés durante, tantos dias a determinadas horas y mira, -él se inclinó y recogió unas cuantas hierbas- haces una bebida con esto y se lo das de este modo" Le mostró cómo y qué más debería hacer. Me reservo el derecho a ser demasiado explícito. Pues en estos asunto soy muy sencible. Bueno pues el resultado fué que el mal desapareció.
jueves, 12 de junio de 2014
lunes, 9 de junio de 2014
Lo que a continuación sigue de esta historia es, a lo que me refiero cuando digo "increible". Por que lo que me contó nunca lo cuestione, siempre le di oprtunidad de seguir hablando y, las pruevas vinieron después. Pero antes dejenme les cuento uno de sus relatos. Él contó que fué comandante de su terruño y ahí para mantener el orden, tenía que ser muy inteligente y además muy valiente pero de veras muy valiente y osado para hacer frente a rufianes, borrachos valentones, y demás cobardes que hacían alardes de ser valientes-solo en sus mentes poco formadas- o, sera mejor decir, ¿deformadas? Pero yo añado que Eutimio tenia que ser muy ágil y fuerte además de lo susodicho por que según me contaba al enfrentarse a ellos lo hacía eso si, lo hacía bien armado. Pero nunca exhibiendo su arma como lo hacían sus contrincantes. Por que decia que se quitaba los golpes que ellos le lanzaban con dagas o, puñales, con su sombrero, y nunca sacó su arma de fuego pero sí los desarmaba dejandolos humillados y rabiando. Disfrutaba relatando sus asañas pues las vivía al mismo tiempo. Recuerdo que a altas horas de la noche me platicaba sus experiencias y, aunque casi me dominaba el sueño me mantenía en bilo y atento a su narrativa para desdpués, dormir un poco, por que a las cuatro de la madrugada ya estaba de pié entonando sus canciones favoritas y ademas invitandome a tomar café muy caliente, casi en ebullición.
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