jueves, 12 de junio de 2014

Otro de los muchos relatos que me compartió Eutimio es este: Decía de cierto hombre que, todas las noches en su lecho de enfermo, a ciertas horas danzaba sobre él, un pavo o guajolote como se le conoce en México y eso era todas las noches. ¡Sí que era una molestia! Si, un tormento, y sí,queda claro que así fué por que, quejandose estas eran las palabras que le decía a su esposa: "Mujer, mujer,...quítame este animal de encima; que me lastíma..." Y así fué durante u buen tiempo hasta que ya cansada de tanta molestia y noches sin dormir su esposa decidio buscar ayuda. Echando a andar se fué en busca de los sábios del rumbo a plantearles el problema que su esposo tenía y que a ella le afectaba en sumo grado, pues ya le estaba minando su salud al grado de la desesperación. Ni qué decir que su esposo se estaba consumiendo más y
más cada noche. Pero, oh sorpresa!! se halló un hombre que con habilidad maestra y, sin más ni más le dijo a la señora; "No te preocupes, lo que harás sera lo siguiente: "·@34%&758( 6$3" esto lo diras al revés durante, tantos dias a determinadas horas y mira, -él se inclinó y recogió unas cuantas hierbas- haces una bebida con esto y se lo das de este modo" Le mostró cómo y qué más debería hacer. Me reservo el derecho a ser demasiado explícito. Pues en estos asunto soy muy sencible. Bueno pues el resultado fué que el mal desapareció.

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